AULLIDO

La grandeza del lobo no es penumbra ni aire es sólo 
 el fulgor de una sombra
de un animal en el jardín de noche, mientras tú lloras
un animal herido que invoca en vano a Satán señor del verso
Los perros invaden el cementerio y el hombre sonríe, extrañado
ante el misterio del lobo y los perros 
invaden la calle y en sus dientes brilla la luna
pero ni tú ni nadie, hombre muerto sabrá acercarse mañana al misterio del lobo.